Los emprendedores mexicanos cada vez tienen un papel más determinante en la exonomía de su país. Se trata de jóvenes talentos con gran creatividad y capacidad disruptiva.
México es, tradicionalmente, uno de los países con mayor vocación de emprendimiento de toda la región. La tedencia de los mexicanos a emigrar, principalmente a Estados Unidos, ha generado importantes bolsas de talento en el ámbito de los negocios y de la cultura en suelo americano.
Pero también son miles los jóvenes que deciden quedarse en su país y desarrollar proyectos de emprendimiento que, por lo general, tienen altas dósis de creatividad y potencial de desarrollo. Se sabe que el 33% de los emprendedores mexicanos tiene entre 25 y 34 años, una media de edad que ilustra bien el dinámico ecosistema de negocios del país.
También hay otra cara de la moneda. Mientras que en países vecinos como Colombia, el 41% de las startups que se crean sigue con vida en el segundo año de actividad, en México el 75% de esos emprendimientos no llega al segundo año de existencia, lo que implica que apenas el 25% de ellas se mantiene.
Son datos del Instituto del Fracaso, el brazo de investigación del movimiento de emprendedurismo Fuck Up Nights, el cual nació en México y es sustentado por organizaciones como la Amexcap.
Emprendedores mexicanos y disruptivos
En la realidad del ecosistema de startups de México subsisten, por lo tanto, dos elementos de gran peso: gran dinamismo emprendedor y bajo nivel de éxito empresarial. Alguna de las razones por las que los emprendimientos no alcanzan el éxito, según el estudio autorizado por el Instituto, son la falta de indicadores u objetivos del negocio con 48%, planeación deficiente con 44% y problemas en la ejecución o fallas en la hipótesis de negocio y oportunidades de mercado con el 43%.
El reto está en hacer viable el caudal de talento del país a través de desarrollos empresariales realistas y sostenibles.
En este reportaje ofrecemos cinco ejemplos de jóvenes emprendedores mexicanos que han tenido una idea revolucionario en sus respectivos ámbitos de negocios. Son ideas que ayuda a mejorar la vida de sus conciudadanos pero que, además, aspiran a generar crecimiento y riqueza.
Estas son las historias de cinco talentos mexicanos que han sido capaces de canalizar su capacidad de investigación hacia un proyecto empresarial. Muchos de ellos han sido ya reconocidos por instituciones tan prestigiosas como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
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Javier Larragoiti
Javier Larragoiti decidió investigar sobre las consecuencias de la diabetes tras comprobar con 18 años como su padre, diagnosticado de esta enfermedad, perdía buena parte de su calidad de vida. Pronto se concienció de que una nueva alternativa a ese tipo de vida podría ser la gran esperanza de cambio para millones de afectados por la diabetes.
Creó con su empresa Xilinat un endulzante natural, el xilitol, que tiene el aspecto y el sabor del azúcar, pero que, sin embargo, tiene propiedades benéficas para la salud: controla los niveles de glucosa en la sangre, es bajo en calorías, incentiva la producción en el cuerpo de insulina y protege los dientes de la caries. El producto ha sido reconocido por Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) como una de las promesa en innovación en América Latina.
El hallazgo del xilitol gracias a su hermana odontóloga, le permitió ampliar su campo de investigación y olvidarse de la primera opción, que era la creación de una pastilla que endulzara los alimentos. El xilitol es un polialcohol que se extrae de la madera del abedul y que sirve para proteger los dientes de las caries.
Tras cuatro años de investigación en laboratorio Javier Larragoiti encontró la forma de hacer el xilitol accesible a todos los bolsillos y, además, incentivar el comercio en comunidades campesinas, ya que se obtiene de residuos agrícolas. Lo hizo a través de una fermentación, que básicamente es dárselo de comer a una levadura. Este proceso ayuda también a conservar el medio ambiente.
Marco Mascorro
Marco Mascorro ha creado una máquina que e capaz de gestionar el inventario de cualquier establecimiento en tiempo real. Este invento puede ahorrar miles de millones de dólares a las empresas que lo adquieran y aportar además un salto cualitativo en la gestión de stocks y pedidos.
Marcos creó la empresa Fellow Robots, con la que comercializa máquinas diseñadas para llevar al día el inventario de negocios minoristas. Estas máquinas inteligentes son capaces de desplazarse autónomamente por las tiendas, comunicarse entre ellos, controlar las existencias en tienda con visión artificial, transmitir la información a los dispositivos de los trabajadores y controlar que todos los productos en venta están disponibles y dónde se encuentran.
Los lowerobots, así han sido bautizados por Mascorro, pueden llegar a asumir funciones de atención al público, ya que con un solo clic los clientes pueden consultar, por pantalla, verbalmente o por imagen, la disponibilidad de los productos.
Una vez que máquina y cliente han interactuado, la primera puede acompañarle al lugar de la tienda donde se encuentra el producto demandado. Mascorro fue profesor ayudante de robótica en la Singularity University de Silicon Valley, y tuvo la oportunidad de conocer al que es hoy su socio, el exastronauta y profesor de robótica Dan Barry. Con su apoyo, Marco creó hace seis años la empresa Fellow Robots.
Jaime Martínez
Jaime Martínez Soto ha creado un innovador sistema de financiación, propiedad y gestión de paneles solares, que está ayudando a impulsar esta fuente de energía en México. A raíz de la reforma energética aprobada por el anterior gobierno de Peña Nieto en 2013, Martínez descubrió que existían innumerables oportunidades en el sector de las energías renovables.
En noviembre de ese año creó junto a su amigo Luis Roberto Pérez Aguirre Proyecto Terra, un fondo de inversión cuyo capital es utilizado para comprar paneles solares que se instalan principalmente en casas habitación. En la actualidad cuentan con una lista de más de 3.000 clientes distribuidos en más de 12 ciudades de México. Ocho inversionistas son propietarios de los paneles y firman un contrato por 10 años.
La empresa adquiere los sistemas solares en México, Estados Unidos, Alemania y Canadá, fundamentalmente, y los instala en viviendas que pertenecen a tarifas DAC (Tarifa Doméstica de Alto Consumo) y 02. Proyecto Terra quiere seguir creciendo en los próximos cinco años a otros países de América Latina y actualmente están trabajando en el desarrollo de otros productos para atacar mercados que pertenecen a otras tarifas.
Alejandra Chávez
Universidad Autónoma de Baja California
Alejandra Chavez ha encontrado la fórmula para convertir alimentos comunes y asequibles, como el pan y las tortillas, en comidas capaces de prevenir enfermedades. Llegó a este logro a través de una reflexión: las cantidades diarias de determinados alimentos saludables que necesita el ser humano son a veces demasiado altas para ser ingeridas de una forma metódica.
Alejandra se enfocó en aprovechar los compuestos de esos alimetos que los hacen beneficiosos: los conocidos como flavonoides. Para ello ha desarrollado un método que mantiene sus propiedades beneficiosas cuando se introducen, en las dosis adecuadas, en otros alimentos.
De este modo, es posible producir comida funcional, enriquecida con estas sustancias, de tal modo que pueda ser accesible para toda la población, independientemente de sus recursos económicos o hábitat.
Los flavonoides tienen grandes virtudes; destaca su capacidad para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal debido a su actividad antinflamatoria. Además, regulan el transporte de colesterol en el intestino y en el hígado, lo que ayuda a controlar sus niveles en sangre, de vital importancia en ciertas afecciones cardiovasculares.
Ayuda también a controlar la glucemia, por lo que podrían servir de ayuda a personas diabéticas. «Al introducirlos en los alimentos más baratos y que todos consumen, ya que son la base de la alimentación en México, se puede mejorar el estado de salud general y prevenir enfermedades», afirma Chávez.
Norma Elisabeth Martínez
Norma ha creado una cubierta inteligente impermeable y desechable que detecta la sepsis de forma inmediata y lo comunica cambiando de color como consecuencia de los cambios químicos de la herida que cubre.
Pero ¿qué es la sepsis? Se trata de una disfunción del organismo causada por una respuesta a una infección bacteriana. En España, por ejemplo la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias diagnostica 50.000 casos todos los años, de los que casi 18.000 fallecen.
Tradicionalmente uno de los grandes problemas de esta enfermedad ha sido, precisamente, la identificación de la bacteria que la causa. Gracias a la capacidad del aparato creado por Norma Elisabeth para realizar una prevención activa, el ahorro que puede suponer al sistema sanitario es también una de sus grandes aportaciones al ámbito hospitalario.
La emprendedora está afrontando ahora nuevos objetivos: está trabajando para mejorar la tecnología de la cubierta para que sea capaz de diagnosticar la naturaleza de la infección y su intensidad.
En medio del desencanto que nos trae la situación mundial, es grato saber que existen jóvenes comprometidos con la sociedad, es innegable que estos emprendimientos a final de cuentas serán negocios lucrativos, pero es inspirador conocer el origen y los ideales que los han convertido en una prometedora realidad. Enhorabuena
Como joven es muy motivador ver estas noticias! te alientan a seguir adelante y no darte por vencido. En mi pequeña empresa yo he utilizado una app que es gratis (www.xmartclock.mx) la cual me ha funcionado de maravilla para tener un control de la asistencia de mis empleados que trabajan en exteriores