El Informe de Competitividad Global 2019, que elabora cada año el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), sitúa a Panamá en el 66 lugar entre las 141 economías evaluadas que proporcionan acceso a las nuevas tecnologías. Este dato es, sin duda, un buen punto de partida para enfrentar los desafíos que Panamá tiene ante sí en materia de desarrollo tecnológico y digital.
Las autoridades panameñas han mostrado interés por transformar al país en un hub tecnológico (centro de conexiones), aprovechando su situación estratégica, las ventajas fiscales para las compañías del sector y su desarrollo en materias como “cybertech”.
Panamá quiere aprovechar también su condición de centro comercial, logístico y aéreo de la región, y las sinergias que puede generar la presencia del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud o el Laboratorio Indicasat en Biomedicina de la Ciudad del Saber. Todos ellos tienen una importante demanda de servicios sofisticados de tecnología.
El director regional de KIO Networks para Centroamérica y El Caribe, Cristian Ali, reconoció al diario panameño La Estrella que “las empresas deben tener una visión a largo plazo y un plan estratégico de crecimiento que contemple la implementación de innovaciones tecnológicas para avanzar. Esto permite que se actualicen, crezcan, tengan mejoras adecuadas en sus procesos, ofrezcan un mejor soporte y atención al cliente y que sean más competitivas y productivas. En resumen, mejorar sus servicios, ingresos y ganancias”.
Sin embargo, pueden surgir riesgos y amenazas que, en el caso panameño, podrían tener serias repercusiones en el modelo productivo. Los expertos insisten en que las empresas deben de reforzar sus sistemas de seguridad en la nube, porque los ataques son cada vez más sofisticados, precisos y dañinos.
La condición de Panamá como plataforma de conexiones, debido a su situación estratégica, “hub” aéreo, comercial, logístico, financiero y marítimo con alcance global, y el hecho de que se ha convertido en una de las economías de mayor crecimiento en los últimos años en América Latina, le exponen de manera especial al impacto del fraude financiero y de los ciberataques.
Al margen de esa aspiración de “hub de tecnología cibernética”, el país quiere seguir explotando su peso geopolítico para desarrollar otros proyectos de alcance global, como el Hub portuario y logístico. El país ocupa la segunda posición en América Latina en logística portuaria y está entre los cinco primeros a nivel mundial, debido fundamentalmente a la fuerte inversión en infraestructura, tanto pública como privada, la buena salud económica y un ambiente seguro para los negocios.
El Canal de Panamá y su expansión han sido un impulso clave para el desarrollo del hub marítimo portuario de Panamá.
“La concepción del Hub Logístico de Panamá debe ser hecha desde la visión, planificación y ejecución de un proyecto solidario e inclusivo con Latinoamérica, que consolide el país y sea acordado en la escala regional. No debe representar competencia, sino un punto de apoyo para lograr el éxito global”. Así lo entiende el Banco de Desarrollo de América Latina tras hacer un análisis de la situación logística de Panamá.
Fausto Arroyo Crejo, especialista Senior en Análisis y Programación Sectorial del CAF (En sus siglas en inglés), considera que “el proyecto de ampliación del Canal es una oportunidad de acceder a mejores costes logísticos que inmediatamente se van a trasladar a la totalidad de la región; los cuales son una oportunidad para la competitividad de todos; y, la competitividad de los costes logísticos está muy directamente correlacionado con desarrollo económico”.
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HUB FARMACEUTICO
Panamá se plantea también la posibilidad de crear un “hub farmacéutico” que aproveche las ventajas de su plataforma logística; para ello tendría como aliado a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial(ONUDI).
Por otro lado, el país aspira a crecer como el Hub de las Américas. El Aeropuerto Internacional de Tocumen se ha convertido en una terminal intercontinental de primer nivel con conexiones desde Ciudad de Panamá hasta 56 destinos.
En 2019, antes de la Covid-19, las operaciones diarias en Tocumen eran de 410 despegues y aterrizajes y un tránsito de 45.432 viajeros. Un año después, la pandemia incidió en un descenso del 70 % de pasajeros, en comparación con 2019; aunque, de todas formas, Tocumen permaneció como el principal aeropuerto centroamericano. En 2021 se espera una importante recuperación en las cifras.