México tiene diversas zonas geográficas y productivas para hacer negocios, algunas son muy parecidas y otras radicalmente diferentes, por ello les presentamos dos clasificaciones que ayudarán a identificar dónde se puede encontrar oportunidades para las empresas nacionales y extranjeras.

El criterio que predomina en México para efectos de agrupamiento estatal es el de índole geográfica. Lo mismo el Gobierno Federal, las instituciones financieras y los organismos internacionales clasifican a las entidades según si se ubican al norte, sur, este u oeste del mapa geográfico. Sin embargo, a partir de ahí surge la caracterización y el perfil de cada región productiva del país que bien vale la pena identificar para hacer negocios.

Desde hace varias décadas la economía de México se ha dividido muy claramente en tres grandes regiones geográficas: Norte, Sur y Centro, pero crece hasta cinco por las subregiones, en cada una de ellas hay cierto predominio de actividades.

Pero cuando se evalúa la vocación productiva de cada una de las 32 entidades federativas del país, incluyendo al Distrito Federal, más su nivel de educación (entre ellos la escolaridad), densidad de población, ingreso por habitante, PIB sectorial, la inversión extranjera en cada estado y la aportación al PIB nacional década uno, entre otros elementos, se definen cinco niveles de desarrollo que son muy importantes.

Primero hay que considerar que hay tres grandes centros de consumo. El mayor es la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, que está conformado por el Distrito Federal y varios municipios del Estado de México, que concentran más de 20 millones de consumidores. Las otras dos zonas son las ciudades de Guadalajara y Monterrey, con sus respectivas zonas metropolitanas.

Si alguna empresa, nacional o extranjera, pretende llegar con su producto o servicio al consumidor mexicano final, estas son las tres principales ciudades y por lo mismo las zonas de mayor consumo del país.

Estudios académicos y análisis del sector privado muestran a México con un desarrollo regional desigual, contrastado e incluso polarizado desde hace varias décadas. Y eso se tiene que ver con la ubicación geográfica de las entidades federativas.

De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 y analistas del sector privado, la República Mexicana se encuentra dividida en cinco grandes regiones geográficas:

Centro.- Vinculada al Distrito Federal y los estados aledaños, zona donde se concentra los servicios, aunque también tiene zonas aledañas de alta manufactura. Además del Distrito Federal, se encuentra el Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Puebla, Tlaxcala y Morelos.

Centro-Occidente.- Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas.

Noreste.- que es la zona del país caracterizada por el desarrollo de manufacturas, además de ser la principal zona exportadora del país, por su cercana a los Estados Unidos. Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Durango.

Noroeste.- Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora. De hecho, en estas últimas tres regiones predomina en mayro o menor grado la producción de manufacturas.

Sur-Sureste.- Estados productores de materias primas, fundamentalmente, y donde se concentran los estados más pobres del país como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, además de Campeche, Veracruz, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.

El Servicio de Estudios Económicos de BBVA Bancomer, realizó un amplio estudio, con las variables ya señaladas al principio, en el que concluyó que se logró identificar cinco grupos de entidades según su vocación económica y condición de desarrollo: alta marginación, en desarrollo, turísticos, industrializados y de alto desarrollo.

“La mayoría de las entidades en el grupo de industrializados se localiza en la región norte del país, y algo de la región centro-occidente; las entidades de alta marginación se ubican al sur; la región turística, enfocada principalmente al segmento internacional, se localiza en los extremos del país (Baja California Sur y Quintana Roo); por su parte, la mitad de las entidades del país se clasificaron como de desarrollo medio, y se ubican tanto en la región centro como hacia el sureste del país; por último, el Distrito Federal registra niveles de desarrollo comparativamente más elevados que el resto del país, por lo que se clasificó como de alto desarrollo”.

De esta manera, el análisis de BBVA Bancomer clasifica a los estados de la siguiente manera:

Alto Desarrollo.- Distrito Federal. Es el centro financiero y de los servicios en el país, aquí se concentran los tres poderes del gobierno federal y es el principal centro de consumo del país por la suma de la densidad de la población y el poder adquisitivo de la misma.

Industrializados.- Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Baja California, Aguascalientes, Sonora, Tamaulipas, Querétaro, Jalisco y Estado de México. Estados donde predomina la producción de manufacturas, la inversión nacional e internacional y generación de empleo.

Desarrollo Medio.- Campeche, Colima, Durango, Morelos, Yucatán, Sinaloa, San Luis Potosí, Guanajuato, Puebla, Tabasco, Veracruz, Nayarit, Michoacán, Hidalgo, Zacatecas y Tlaxcala. Aquí hay una combinación de estados manufactureros, con otros agropecuarios y petroleros.

Turísticos.- Quintana Roo y Baja California Sur. Principales centros de captación turística internacional, el primero con Cancún y Riviera Maya como destinos y el segundo con Los Cabos. Se distinguen por una creciente población y alta generación de empleo.

Alta Marginación.- Guerrero, Chiapas y Oaxaca. Estados con una elevada vocación agropecuaria, aunque Guerrero y Oaxaca tienen importantes destinos turísticos en Acapulco el primero, en tanto Huatulco y Puerto Escondido sobresalen en el segundo. Son los estados con el menor ingreso por habitante.