Yoreli Rincón es la pionera en el fútbol femenino en Colombia. Ha reunido todos los galardones y merecimientos posibles: catalogada como mejor jugadora de la Copa América, mejor jugadora de la Liga, mejor volante ‘Diez’, nominada al premio “Rookie of the year” y en todas las fechas elegida para el equipo ideal. Ahora juega en el ASD Torres de Italia y se prepara para su siguiente gran reto, los Juegos Panamericanos de Toronto que se inaugurarán el próximo 10 de julio. En esta entrevista exclusiva habla con PanamericanWorld sobre su vida y papel fundamental en el fútbol femenino de Colombia.

EL NACIMIENTO DE UN SUEÑO

Eso uno lo trae como en la sangre, desde que tengo razón de ser a mi me gustó el fútbol. Mi hermano es futbolista frustrado a él nunca lo apoyaron, siempre me insinuó desde chiquita, aprendí fue a caminar con él, tuve retrasos para caminar hasta los 2 años di mis primeros pasos y fue una vez que lo dejaron solo cuidándome y me soltó un balón y yo me fui detrás, me descalabré. Mi mamá también jugaba en el barrio, jugaba en barro y descalza, yo quería algún día ser tan fuerte como ella, porque descalza darle a los balones de micro es muy duro.

Mi papá siempre odió eso, unas mil veces me ha pegado, lo hacía con manguera, me castigaba, él traía mercancía de Maicao y luego montó una fábrica de balones, yo tenía 6 años y yo era la encargada de rellenar los balones de micro. Si sobraba uno o dos balones yo los cogía de prueba, los sacaba a las calles.

Como él odiaba tanto eso cuando traía mercancía me regalaba muñecas para que me gustaran, entonces mi papá daba la espalda y yo la descabezaba y como era lo único redondo que iba a tener, yo las usaba como balón.

LA PROFESIÓN

Para mí jugar en una selección nacional yo sentía que era algo increíble, me daban el estudio y todo el apoyo que necesité, por ellos fue que pude surgir, porque en mi ciudad nunca me apoyaron, pero fue duro porque tan solo tenía 11 años, pero yo tenía claro que iba a trabajar para llegar algún día  a la selección Colombia.

Fui a mi primer Mundial en Nueva Zelanda pero perdí el año, porque las monjas no dejaban que yo jugara fútbol. Empecé a estudiar inglés, porque creí que mi camino era ese, ganarme una beca en Estados Unidos y ser un ejemplo para mi familia, arranqué y como a los cuatro meses entendí que no me veía cinco años en una universidad, yo dije yo quiero ser profesional y eso fue el boom, porque era una locura, yo dije yo tengo que lograr hacer historia, mi sueño es llegar a ser una Mia Hamm de Estados Unidos, como una Marta para Brasil.

A nosotros en la selección nunca nos pagan ni nada, yo caminaba tres horas para ir a entrenar, iba entrenaba y caminaba otras tres horas, a veces no almorzaba o si almorzaba no comía, mis amigas nunca supieron nada, excepto Paola que siempre me ayudaba y en Estados Unidos podía cambiar eso.

EL PRIMER CONTRATO

Por mí vinieron 10 universidades de Estados Unidos, las mejores, pero yo les dije que no, porque mi sueño era llegar a ser jugadora profesional de fútbol. De ahí fui al Mundial Sub 20 donde hice el mejor gol del mundo, me empezaron a escoger la mejor jugadora de los Sudamericanos, y en el 2012 seguía haciendo esas caminatas porque nosotras no sacamos nada, nos ven en televisión pero las cuentas andan vacías siempre.

En enero de ese año me escogieron mejor jugadora del campeonato y ahí tuve un contacto con un equipo y se hizo realidad mi sueño, fue mi primer contrato. Primera vez en la historia que una jugadora tenía un contrato profesional, económicamente no es como un hombre, pero cambió radicalmente mi vida. De ahí tenía claro que quería jugar en Europa y se me dio en el 2013, jugué Champions, marqué gol, siempre me ha tocado esa posición de ser la mujer histórica, pero me siento orgullosa de lograr lo que quiero.

LOS OLÍMPICOS

En toda mi carrera después del día que me dijeron que no servía para el fútbol a los 12 años, el momento más difícil de toda mi historia fue en Londrés 2012, no había un día que no llorara, era mi cumpleaños y él me prohibió que me partieran torta inclusive, mis compañeras no me apoyaron porque era el jefe, excepto Paola Sánchez., siempre estuvo ahí. Por eso para mí esta Copa América era lo más importante de mi vida, porque yo sabía que tenía que volver a unos Olímpicos, para mí en mi hoja de vida yo no he jugado unos Juegos Olímpicos, yo fui a sufrir a Londres, yo jugué solo 30 minutos.

Tengo una revancha y lo he hablado con Felipe Taborda, lo más importante que yo tengo para mi vida es este Mundial y estos Juegos Olímpicos, por eso me estoy preparando como nunca porque es mi revancha conmigo misma.

LA LECCIÓN

Una de las cosas que aprendí es que uno de los técnicos no se debe hacer amigo, yo era muy buena amiga de Ricardo Rozo y por una discusión que tuvimos en el club de Gol Star él terminó llevándola a una selección Colombia, por eso yo soy muy seca con las personas, pero soy muy profesional y Felipe lo sabe, pero jamás hablamos a no ser que él me llame, sabe que en los entrenamientos si son diez repeticiones yo le hago once o doce.

Yo aprendí una cosa, a los técnicos simplemente yo les tengo un gran respeto y admiro, pero no quiero llegar a ser una amiga de su vida personal. A los técnicos hay que respetarlos y quererlos es con lo que tu haces dentro de la cancha, pero fuera de la cancha en absoluto porque termina para complicaciones.

LA ADAPTACIÓN AL EXTERIOR

Cuando yo salí a Brasil me decían usted desde los 11 años sola es muy dura y lo va a lograr, cuando salí y no entendía nada dije uy. A los dos meses ya sabía portugués. Pero cuando me fui para Suecia yo dije volver a comenzar de nuevo… Llegué y ahí me lamenté no haber aprendido el inglés, y ahí me lamenté no haberlo aprovechado, es un consejo que le doy a los futbolistas: el idioma para los futbolistas es lo que más nos sirve.

Me hablaban en sueco y me traducían a inglés y yo no sabía nada, ahí me lamenté pero no me rendí, coincidí con una colonia colombiana que me ayudó mucho, aún no tengo el inglés perfecto, pero si en lo deportivo aprendí. Fue una transición muy difícil pero cuando llegué a Estados Unidos ya lo tenía.

EL SUEÑO CUMPLIDO

Yo nunca quise ir a Estados Unidos, pero terminé conociendo a la persona que yo más admiro en el fútbol: Carli Lloyd, la ‘Diez’ de Estados Unidos es mi ídolo y terminé siendo la ‘Diez’ con ella en el club, era un sueño para mí. Yo le preguntaba a ella cómo hace para correr tanto, pero no me decía nada, porque ella tiene un entrenador en el cual el secreto es que nadie puede saber lo que ella hace.

Carli me empezó a querer y a los diez días me llamó su entrenador que es James Galanis, me dijo yo solo tengo cinco jugadoras a nivel mundial, y he tenido jugadores como fue Cristiano Ronaldo en el 2007, me decía quiero una latina, pero yo solo escojo a las mejores jugadoras, que van a hacer historia, y para mí usted lo va a hacer en muchos años, él me preparó para la Copa América y terminé siendo la mejor jugadora gracias a él.

PANAMERICANOS DE TORONTO

Los Panamericanos nos tienen muy excitadas porque hace cuatro años sin preparación fuimos cuartas y sobre la hora México nos ganó, pero casi ganamos medalla de bronce un equipo que nunca en la vida había asistido a Panamericanos, que no tuvo ni un solo partido de preparación, tan solo 20 días antes nos reunimos, Brasil fue campeón y Canadá subcampeón, Canadá se preparó durante todo el año.

Estos Panamericanos también van a ser sin preparación, pero tenemos mucha más experiencia, no podemos decir que vamos a ser campeonas si enfrentamos a un Brasil y un Canadá que cada quince días sus federaciones le dan partidos amistosos, estos Panamericanos estoy segura que vamos a coger medalla, ojalá sea oro y lleguemos a la final como estamos acostumbradas a llegar, sin Liga ni apoyo siempre lo hacemos.

EL RETO

En el Mundial tenemos que sacarla del estadio, si con una Copa América despertamos una alegría en millones de personas, ahora hay gente y hombres que dicen el partido de las niñas, eso no se vivía antes. Ésta es nuestra oportunidad de decirle al mundo que si estamos preparadas para que apoyen y quieran a las mujeres de nuestro país no solo por nuestro cuerpo y para el delite de los ojos de los hombres, sino para el orgullo de toda una patria.