Como en los grandes proyectos, la Republica Dominicana tuvo que recorrer un largo proceso para poder conseguir los frutos que hoy recibe de parte de su seleccionado femenino de voleibol.

Tras un gran sacrificio y una dedicación inquebrantable, los empresarios privados y la Federación Dominicana de Voleibol pusieron en el mapa mundial a una nación que hoy supera a países del primer mundo como Francia, Inglaterra, Portugal, Argentina, Alemania, Corea, Canadá y a un gran modelo deportivo como el de Cuba y Puerto Rico.

Todo comenzó con un programa de reclutamiento de entrenadores extranjeros, los cuales llegaron al país por acuerdos del Ministerio de Deportes, quienes a su vez identificaron a esta disciplina como una de las que más podía sumar adeptos, especificando la rama femenina.

La Selección Dominicana de Voleibol tiene por delante grandes retos. En este 2014, tendrán su acostumbrada presentación en el Grand Prix, una especie de torneo con los mejores equipos del mundo.

Las dominicanas vienen de hacer su mejor año en 2013, siendo este el mejor escenario para prepararse para el magno evento del 2015: los Juegos Panamericanos de Toronto.

Por segunda vez en tierras canadienses el sexteto quisqueyano tendrá la oportunidad de reencontrarse con la gloria, que se le ha negado en las últimas dos ediciones de la más importante competencia deportiva del continente.

Esos días dorados de agosto, cuando el equipo local derrotó a Cuba en la gran final del voleibol de Santo Domingo 2003, son los que esperan estas jóvenes repetir el año que viene en Toronto.

Para el torneo panamericano las criollas podrían presentar cambios como la de la estelar jugadora Karla Echenique, quien pasará a estudiar en Puerto Rico y dejará el seleccionado por unos meses. El cuerpo técnico espera que antes de llegar a Toronto, la integración de nuevas caras no haga mella en las aspiraciones tricolor.

Es de la  mano del empresario privado Cristóbal Marte cuando se comienza a manejar la formula exitosa al voleibol criollo, una mejor capacitación técnica y un apoyo económico más allá de los aportes que hacia el Estado. Marte ha destacado como la base del éxito de su preciado Proyecto de Selecciones Femeninas, el hecho de que se puso todo el empeño en la pieza más importante de este deporte: las jugadoras.

La FEDOVOLI (Federación Dominicana de Voleibol) creo en 1997 un complejo habitacional para las jugadoras que pertenecían al proyecto, logrando así un ambiente de concentración adecuado para atletas de alto rendimiento.

Marte fundamenta el exhaustivo recorrido que se hizo por todo el país concienciando a los padres de muchas de estas jóvenes que en este deporte podían lograr tanto o  más reconocimiento que en otros deportes, participando en las diferentes competencias que patrocina la Federación.

Vale acotar que a diferencia de estos años en donde la liga de voleibol profesional del distrito nacional es inexistente, la presencia de clubes en los torneos superiores nacionales era un lujo para cualquier voleibolista, tanto en la rama femenina como en la masculina.

Igual es importante señalar que aunque se ha avanzado en los puestos del ranking mundial, el voleibol masculino ha quedado totalmente rezagado si lo comparamos con lo que han logrado las mujeres. Esto tiene razones de ser, según Marte, y es que la gran mayoría de los jóvenes con algún portento físico o habilidad para hacer deporte, prefieren ir a buscar millones de dólares por el béisbol a temprana edad o si tienen buena estatura terminan jugando baloncesto, en donde hay mayores posibilidades de conseguir ayudar económicamente a la familia.

El equipo masculino subió al puesto 29 tras registrar una activa participación en 2013, que incluyó un triunfo en el Campeonato Mundial Clasificatorio FIVB realizado en Islas Vírgenes Británicas. Mientras esto pasa en el sector masculino, la selección femenina de mayores ascendió al octavo lugar del escalafón mundial FIVB, sólo por detrás de Brasil, Estados Unidos, Japón, Italia, China, Rusia y Serbia. «Es de gran impacto el haber logrado este ascenso en el ranking mundial, lo cual habla por sí solo del arduo trabajo que el colectivo ha realizado bajo la supervisión de un dedicado cuerpo técnico,» dijo Marte Hoffiz.

De ese cuerpo técnico se destaca a quien hoy dirige los talentos de nuestro país, el brasileño Marcos Kweik, quien tomó las riendas de la selección después de la salida de Beato Miguel de la Cruz en el 2008.

El desempeño atlético ha estado en manos de técnicos extranjeros, ya sean cubanos o brasileños. Eso incluye Grand Prix Mundial y Copa de Campeones. «Eso es algo administrativo», dijo Cristian Cruz, del cuerpo técnico de voleibol femenino. «El talento está y en todos esos equipos ha habido dominicanos».

Cruz, quien trabaja con las categorías menores, fue asistente de su padre, Beato, en cuyo cuerpo técnico también estuvo Alexis Sánchez, dirigente de categorías menores. Es la primera vez que todo el equipo técnico de la selección absoluta es de origen dominicano.

Detectar el talento que llega bajo un serio programa de reclutamiento promovido por la iniciativa privada y la federación, más la ayuda técnica extranjera y un poco de corazón, es la base y razón del éxito del deporte más galardonado de la Republica Dominicana, el voleibol.