Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han sido históricos para países como Argentina y Colombia, que obtuvieron excelentes resultados; mientras, el anfitrión, Brasil, aunque encabezó a las naciones de la región en el total de medallas, quedó lejos de los pronósticos iniciales. Además, las delegaciones de Cuba y México tampoco lograron las preseas esperadas.
Cuando el fuego olímpico está a punto de extinguirse realizamos un recorrido por las mejores actuaciones de atletas y equipos de Latinoamérica en la cita estival de 2016. ¿Cuál considera que fue la más destacada de todas?
CINCO ATLETAS QUE NO OLVIDARÁN A RÍO 2016
Santiago Lange (Argentina, Oro en velas)
Un año después de pasar por una operación de cáncer de pulmón, el argentino Santiago Lange brilló en Río, al ganar la medalla de oro, junto a Cecilia Carranza, en la categoría Nacra 17 de las velas.
Lange, de 54 años, compitió en su sexta cita estival y anteriormente había conquistado dos preseas olímpicas de bronce, en Atenas, 2004 y Beijing, 2008.
“Nunca me hubiese imaginado estar en los Juegos a esta altura de mi carrera. Tengo que agradecérselo a mis hijos. Yago y Klaus, que fueron el empuje para que yo esté acá”, aseguró el atleta que, tras la operación por el cáncer, sufrió la pérdida de la mitad de un pulmón.
Mijaín López (Cuba, Oro en Lucha Grecorromana)
El luchador Mijaín López, el “Hércules cubano”, fue imparable en Río y conquistó su tercer título olímpico consecutivo. La superioridad de este fornido atleta, que compite en la división de 130 kilogramos, fue tan grande que sus rivales ni siquiera pudieron marcarle un punto. Su momento más espectacular fue en el combate final, ante el turco Riza Kayaalp al que le aplicó una formidable técnica.
López, cinco veces titular mundial, se une a un selecto grupo de siete luchadores que han conquistado tres coronas en citas estivales.
“Cumplí lo prometido. Dije que iba a bailar samba en Brasil y bailé. Estoy muy orgulloso de haber igualado con tres oros olímpicos al difunto Teófilo Stevenson y al gran Félix Savón”, reconoció López.
Thiago Braz da Silva (Brasil, Oro en Salto con pértiga)
El brasileño Thiago Braz da Silva, de 22 años, protagonizó la mayor sorpresa en el atletismo al superar, en el último salto, los 6,03 metros, que constituyó nuevo récord olímpico y dejó en medalla de plata al francés Renaud Lavillenie, quien era el favorito.
Hasta los Juegos de Río, el mejor salto del brasileño era de 5,93 metros, por lo que mejoró en ¡10 centímetros! su marca personal e inscribió su nombre en el sexto lugar de todos los tiempos en la pértiga.
Lavillenie no asimiló bien el revés, ni los abucheos recibidos antes de su último salto y se atrevió a comparar a los fanáticos brasileños con los nazis. “No es una buena imagen para los Juegos. Yo no les he hecho nada a los brasileños. En 1936 el público también estaba contra Jesse Owens. No hemos visto eso desde entonces. Y uno tiene que manejarlo”, aseguró. Luego, frente al aluvión de críticas, el francés tuvo que pedir disculpas por sus desatinados comentarios.
Mariana Pajón (Colombia, Oro en BMX)
La colombiana Mariana Pajón, de 25 años, ganó su segundo título olímpico en BMX y se ratificó como la reina de este deporte; además, se convirtió en la primera atleta de su país en subir en dos ocasiones a lo más alto del podio en una cita estival.
“Ya van dos veces, esto es algo de locos. Corrí muy bien, me sentía como en casa con más barra que en el Mundial de Medellín y todo eso me llenó de mucha energía“, dijo Pajón al término de la carrera.
Catherine Ibargüen (Colombia, Oro en Triple Salto)
La mejor triplista del último lustro conquistó en los Juegos de Río el único título que faltaba en su carrera. Durante cuatro años, la colombiana Catherine Ibargüen fue imbatible: ganó dos coronas mundiales (Moscú, 2013 y Beijing, 2015) y brilló en la Liga de Diamante, pero tenía clavada la espina del revés sufrido en Londres, en 2012, donde terminó segunda.
Ahora, en Río, a sus 32 años, Ibargüen mostró su superioridad sobre las rivales y con un salto de 15,17 metros alcanzó la cima olímpica.
DOS EQUIPOS LATINOAMERICANOS IMPARABLES EN RÍO
Los Leones de Argentina (Oro, Hockey sobre césped)
Este formidable equipo hizo historia, al conquistar lo que todavía no han logrado las muy famosas Leonas: el primer título olímpico para el hockey sobre césped argentino.
El avance de los dirigidos por Carlos Retegui fue impresionante, pues en la anterior cita estival, en Londres, esta selección concluyó en la decimosegunda posición.
Desde el partido semifinal, donde dejaron en el camino a Alemania, que había conquistado la corona en 2008 y 2012, los Leones mostraron que estaban inspirados y, en la final, liderados por el capitán Pedro Ibarra, vencieron a Bélgica, 4 goles por 2.
Dupla brasileña de Alison Cerutti y Bruno Schmidt (Oro, Voleibol de playa)
La mejor dupla del mundo en el voleibol de playa encantó a los miles de fanáticos que se reunieron en el espectacular escenario de la playa Copacabana. Alison Cerutti y Bruno Schmidt mostraron un juego muy parejo y superaron en la final a los italianos Paolo Nikolai y Daniele Lupo, por dos sets a cero.
Brasil es el país donde más voleibol de playa se juega en el mundo; sin embargo, su último título olímpico en esta modalidad, entre los hombres, databa de 12 años atrás, cuando, en Atenas, 2004, venció la dupla de Emanuel Rego y Ricardo Alex Santos.
EL TÍTULO MÁS ESPERADO POR BRASIL
Al terminar la temporada de la Liga española de fútbol, con el Barcelona, Neymar Jr. afrontó una complicada decisión: el club no le permitiría jugar en la Copa América Centenario y en la cita estival de Río. Tenía que elegir por uno solo y el futbolista no lo pensó dos veces y optó por los Juegos Olímpicos. El objetivo del capitán era conquistar el único título que faltaba para Brasil en su muy rica historia.
Las cosas no comenzaron bien para Brasil, porque en los dos primeros juegos el equipo fue incapaz de anotar ni siquiera un gol. Ante el peligro de la eliminación en la primera etapa, llegó el repunte ante Dinamarca. Luego, en cuartos de final, los locales vencieron a Colombia y, en la semifinal, aplastaron a Honduras. En la discusión por el título los esperó Alemania, con el fantasma del 7-1 del Mundial de 2014 en el ambiente. En un Maracaná totalmente repleto, Neymar Jr. marcó un gran gol de falta directa y, después, en la tanda de penales, anotó el quinto y decisivo que dio la tan ansiada corona para Brasil. Cuentan que todavía sigue la fiesta allí.