Los historiadores todavía no han llegado a un acuerdo sobre si realmente el chileno Luis Subercaseaux compitió en la primera edición de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, celebrados en Atenas, en 1896. ¿Merece o no el título de pionero de los atletas latinoamericanos en el evento deportivo más importante del planeta? Los iconos latinos en la historia de los Juegos es un tema siempre abierto a polémica.

Esta polémica tal vez nunca tenga una respuesta convincente. Tampoco esperemos encontrar demasiados consensos ante la pregunta, ¿cuáles han sido los mejores latinos en 124 años de citas estivales? Las discusiones contribuyen a enriquecer al deporte; sin embargo, en no pocas ocasiones echamos en falta una aproximación objetiva, que trascienda los gustos personales.

En PanamericanWorld decidimos organizar un listado de 10 figuras imprescindibles de Latinoamérica que, con sus actuaciones, se convirtieron en leyendas de los Juegos Olímpicos. Para esto tuvimos en cuenta que cada uno de los incluidos hubiera subido al podio de premiaciones en más de una ocasión y también incorporamos a representantes de diferentes países de la región. ¿Podemos afirmar que este es el único Top 10? Sería demasiado pretencioso y generalizar nunca ayuda. Esta es nuestra propuesta. ¡Bienvenida la polémica!

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Clavados multimedallistas de Joaquín Capilla (Clavados, México)

México siempre ha tenido buenos clavadistas; pero ninguno mejor que Joaquín Capilla. Con 20 años participó en los llamados “Juegos de la Austeridad”, en Londres, en 1948. En aquella ciudad con vestigios por doquier de los bombardeos nazis, el mexicano logró la medalla de bronce, en la plataforma. Cuatro años más tarde, en Helsinki, mejoró el color de la presea, al concluir con plata, también en la plataforma. Su consagración como leyenda olímpica llegó en la siguiente cita, acogida por Melbourne, en 1956.

En la urbe australiana, Capilla conquistó el título en la plataforma y el bronce en el trampolín. Seis décadas después de esa hazaña, Capilla sigue siendo el mexicano con mayor cantidad de medallas (una de oro, una de plata y dos de bronce) en Juegos Olímpicos.

La pegada de Teófilo Stevenson (Boxeo, Cuba)

Teófilo Stevenson

El boxeo es el deporte que más títulos ha aportado a Cuba en Juegos Olímpicos. En su enorme lista de campeones sobresale uno: Teófilo Stevenson. Su imponente figura fue imbatible en los más diversos cuadriláteros. Su pegada llevó a la lona a no pocos de los rivales que enfrentó y tuvo el talento para convertirse en el boxeador con más medallas de oro en citas estivales; pero la política lo impidió.

Stevenson debutó en los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1972. Allí dejó en el camino a todos sus rivales. Inolvidable su victoria sobre Duane Bobick, el hombre llamado a mantener el dominio estadounidense en la división de los súper pesados. Recordemos que en las tres citas anteriores, leyendas del pugilismo como Cassius Clay, Joe Frazier y George Foreman habían alcanzado el título. Bobick se sentía seguro ante un joven Stevenson, de solo 20 años. Esa confianza se desvaneció en la misma medida en que aumentó la paliza que propinó el cubano. No fue el combate por el título; pero no sería arriesgado afirmar que fue el más mediático de todos los que protagonizó Stevenson en su brillante trayectoria olímpica.

El cubano ganó sin mayores contratiempos los títulos en los Juegos Olímpicos de Montreal, en 1976 y Moscú, en 1980. De esta forma igualó con el húngaro Lazslo Papp como los, hasta ese momento, únicos tricampeones olímpicos. Todos esperaban que Stevenson volviera a triunfar en Los Ángeles, en 1984; pero Cuba se unió al boicot soviético y no intervino. De esta triste forma concluyeron las esperanzas olímpicas del mejor súper pesado amateur de todos los tiempos.

Adhemar Ferreira Da Silva, el Orfeo Negro (Atletismo, Brasil)

Adhemar Ferreira Da Silva

Adhemar es el único atleta brasileño con dos títulos en Juegos Olímpicos. En los años cincuenta popularizó un nuevo estilo para el triple salto y con esta invención obtuvo formidables resultados. En la cita de Helsinki, en 1952, Da Silva rompió en dos ocasiones el récord del mundo, primero con un salto de 16,12 metros y luego con un estirón hasta los 16,22 metros. Cuatro años después, en Melbourne, maravilló a todos con su salto de 16,35 metros. En esa misma década, con tantos éxitos deportivos, Adhemar actuó en la afamada película “Orfeo Negro” del director francés Marcel Camus que obtuvo la Palma de Oro en Cannes y un Oscar como mejor filme de habla no inglesa.

La técnica con técnica de Félix Savón (Boxeo, Cuba)

Las comparaciones, ya sabemos, suelen ser injustas, por lo que no tendría sentido comparar a Stevenson con otro grande del pugilismo cubano: Félix Savón. Ambos fueron tricampeones olímpicos y están entre los imprescindibles en cualquier recuento histórico.

Savón conquistó su primer título olímpico en Barcelona, en 1992. La era de los KO espectaculares había terminado con el incremento de las medidas de protección para los peleadores (cabeceras, guantes más grandes, etc.); pero, de todas formas, el cubano lanzó a la lona a varios de sus oponentes. En Atlanta, en 1996, Savón volvió a demostrar que era el más completo en los 91 kilogramos. Su despedida fue en Sídney, en 2000. Su velocidad no era la misma y muchos pensaban que no podría retener su corona; sin embargo, acalló a todos sus críticos con su última gran actuación en el cuadrilátero. Las restricciones de edad para los boxeadores le impidieron continuar sobre el ring y lo llevaron al retiro.

Mijaín López, un gigante intocable en el colchón (Lucha grecorromana, Cuba)

Mijaín López

Durante mucho tiempo el icónico luchador Alexasandr Karelin se mantuvo como el único tricampeón de esa modalidad en la historia de los Juegos Olímpicos. Ahora ya tiene compañía en ese selecto listado: el cubano Mijaín López también acumula tres títulos.

Mijaín subió a lo más alto del podio por primera vez en la cita de Beijing, en 2008. Luego repitió en Londres, en 2012 y en Río, en 2016. En la ciudad brasileña regaló uno de los momentos más espectaculares de aquellos Juegos, al voltear al turco Riza Kayaalp. “Casi nada” si tenemos en cuenta que ambos se acercan a los 130 kilogramos de peso. Mijaín ha sido el abanderado de la delegación cubana en las tres citas estivales más recientes y ya anunció que se retirará tras los Juegos de Tokio, donde buscará su cuarta corona.

El doblete olímpico de Nicolás Massú (Tenis de campo, Chile)

Nicolás Massú

El 22 de agosto de 2004, el tenista Nicolás Massú completó lo que pudiéramos considerar como el mejor momento de Chile en los Juegos Olímpicos. Algunas horas antes, junto a su compatriota Fernando González, obtuvo el título en la modalidad de dobles, al superar a los alemanes Nicolas Kiefer y Rainer Schuetter.

Con poco tiempo de recuperación física, Massú salió a la cancha nuevamente para disputar el partido por la medalla de oro contra el estadounidense Mardy Fisch. Aquel duelo fue durísimo y se extendió a cinco sets. Tras más de cuatro horas de juego, el chileno logró el punto de la victoria y entró en los libros de récords como el único tenista que ha ganado dos títulos en unos Juegos Olímpicos.

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Pedaladas de oro de Mariana Pajón (BMX, Colombia)

Mariana Pajón ha sido la reina del BMX por casi una década. Su primer título olímpico llegó en los Juegos de Londres y repitió la hazaña en Río. Es la única atleta colombiana con dos medallas de oro en Juegos Olímpicos. Los trofeos, de todo tipo, se acumulan en su casa, al igual que las lesiones sobre su magullado cuerpo. En su larga historia aparecen medallas mundiales, panamericanas, centroamericanas, olímpicas y fracturas  de clavícula, tobillo, cúbito, rodillas muy dañadas y nueve tornillos en una mano. Definitivamente la reina ha pagado un precio por llevar su corona.

La derrota del cáncer, la medalla más valiosa de Santiago Lange (Velas, Argentina)

Santiago Lange

Santiago Lange es una leyenda del deporte en Latinoamérica. Este formidable regatista argentino ha participado en seis Juegos Olímpicos y su historia pudiera servir de inspiración a muchos. Lange debutó en la cita estival de Seúl, en 1988; aunque su primera medalla llegó muchísimo después: un bronce en Atenas, en 2004 y, luego, el mismo color en Beijing, en 2008. Meses antes de los Juegos de Río, en 2016, le diagnosticaron cáncer de pulmón. Todo parecía acabado para el argentino; pero él perseveró. En el quirófano le extirparon parte de su pulmón izquierdo. Competir en esas condiciones no lucía posible; sin embargo, Lange se unió a Cecilia Carranza Saroli y juntos obtuvieron el título olímpico en la clase Nacra 17, en un reñidísimo final  en el que superaron, por apenas un punto, al equipo australiano.

Paula Pareto, la pequeña gigante del tatami  (Judo, Argentina)

Paula Pareto

Las judocas latinoamericanas han obtenido buenos resultados en Juegos Olímpicos. Un lugar importante en el listado de grandes figuras de la región en esta modalidad lo ocupa la argentina Paula Pareto. Ella ha competido en tres citas estivales y en dos logró subir al podio de premiaciones.

El debut olímpico de Pareto, quien pelea en la división de menor peso (48 kilogramos), se produjo en los Juegos de Beijing, en 2008. En la capital china obtuvo la medalla de bronce. Después, en Londres, finalizó en el quinto lugar y, en Río, alcanzó la gloria olímpica, al superar en el combate por el oro a la surcoreana Bokyeong Jeong.  

Félix Sánchez, un Superman en las pistas atléticas (Atletismo, República Dominicana)

Félix Sánchez

En su brazo derecho, Félix Sánchez tiene tatuado el símbolo de Superman y sobre la parte izquierda de su pecho la bandera de República Dominicana. Durante más de una década, los rivales fueron incapaces de encontrar la “kriptonita” para este gran atleta, único de su país con dos títulos olímpicos.

Sánchez corrió en los Juegos Olímpicos de Sídney, pero no pudo clasificar a la final de los 400 metros con vallas. La historia fue diferente cuatro años más tarde, en Atenas, cuando cruzó primero la meta, en esa misma modalidad, con tiempo de 47,63 segundos. Luego, en Beijing decepcionó, porque ni siquiera pudo acercarse a sus mejore registros; sin embargo, su última presentación olímpica fue espectacular. En los Juegos de Londres, cuando ya nadie contaba con el veterano, Sánchez sorprendió a todos con su segundo título olímpico.