Los Juegos Panamericanos de Lima tuvieron grandes historias de éxitos. En la capital peruana hubo formidables actuaciones individuales y colectivas que llegaron a los titulares mediáticos; pero, como sucede en las citas multideportivas, también se vivieron momentos frustrantes que, de seguro, atletas y equipos querrán olvidar.

¿Cuáles fueron las mayores decepciones panamericanas?PanamericanWorld comparte cinco hechos que demuestran que Lima no fue una fiesta para todos.

El uniforme incorrecto del equipo argentino de baloncesto

Los equipos argentinos causaron sensación en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Seis títulos entre los hombres y uno para las mujeres prueban el dominio ejercido por el país sudamericano en las modalidades colectivas. Paradójicamente, una selección argentina fue protagonista de una de las mayores decepciones panamericanas.

Antes de que comenzaran los Juegos Panamericanos muchos señalaron al equipo femenino de baloncesto de Argentina como uno de los favoritos para discutir la corona. El quinteto debía vencer a Colombia en el grupo clasificatorio; pero lo cierto fue que las muchachas ni siquiera tuvieron la oportunidad de jugar el partido…por causa de sus uniformes.

Argentina Juegos Panamericanos
La selección argentina de baloncesto protagonizó uno de los momentos más insólitos de los Juegos Panamericanos.

El Comité Organizador había notificado, con mucho tiempo de antelación, a los directivos argentinos que Colombia vestiría de azul oscuro, por lo que, como indica el reglamento, el otro equipo debía utilizar un uniforme claro. La delegación al parecer olvidó esto y se presentó en el terreno con camisetas azules, el mismo color que el de las colombianas.

Las argentinas trataron de recuperar su otro uniforme que estaba guardado en la Villa Panamericana, pero en medio del caótico tráfico de Lima fue imposible que llegara a tiempo; además, intentaron comprar camisetas en un centro comercial, pero estas no tenían el número en la espalda, así que esa solución tampoco fructificó.

Desconsoladas, las argentinas fueron castigadas por “negligencia logística” y perdieron oficialmente 20-0. De esta manera terminaron sus esperanzas de avanzar a las semifinales. El bochornoso momento provocó la renuncia del jefe del equipo, Hernán Amaya y de la directora de Desarrollo del básquet femenino, Karina Rodríguez.

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La lesión de Caterine Ibargüen

El duelo entre la colombiana Caterine Ibargüen y la venezolana Yulimar Rojas fue presentado como uno de los momentos cumbres de los Juegos de Lima. La número uno del mundo se enfrentaba a la campeona universal en el triple salto, así que muchos esperaban una gran competencia que incluyera un nuevo récord panamericano.

Ibargüen compitió primero en el salto de longitud; pero no tuvo una buena actuación, al concluir en la quinta plaza. Luego se supo que estaba lesionada, por lo que partió hacia Bogotá, donde fue operada de una fascitis plantar en el pie izquierdo.

Esto frustró el publicitado duelo; pero no impidió que Rojas brillara en Lima, al estirarse hasta los 15,11 metros, con los que dejó atrás el récord impuesto por Ibargüen, en los Juegos de Toronto.

Embajadores panamericanos sin medallas

Panam Sports nombró a 10 atletas como embajadores de los Juegos de Lima, a partir de sus excelentes resultados en los más diversos certámenes. Varios de ellos lograron actuaciones sobresalientes en la capital peruana, como el luchador cubano Mijaín López quien se convirtió en pentacampeón panamericano, el nadador estadounidense Nathan Adrian quien fue el Rey de los Juegos, con sus cinco medallas, la karateca peruana Alexandra Grande quien es un ídolo local y la colombiana Mariana Pajón, invencible en su BMX; pero también hubo embajadores que pueden ser considerados decepciones panamericanas.

Una de las embajadoras que terminó frustrada en los Juegos Panamericanos fue la judoca Paula Pareto. La argentina era la gran favorita para ganar la división de 48 kilogramos en el judo; sin embargo, en el combate semifinal, la “Peque”, como la apodan, perdió contra la cubana Vanesa Godínez. Luego, Pareto alegó tener problemas físicos y no se presentó a la pelea por la medalla de bronce, por lo que abandonó Lima sin preseas.

Lima 2019
La judoca argentina Paula Pareto fue una de las grandes decepciones de los Juegos Panamericanos de Lima.

Otro embajador que decepcionó fue el dominicano Luisito Pie. El medallista olímpico de Río 2016 y subcampeón panamericano en Toronto 2015 era el principal candidato al título en la división de 58 kilogramos del taekwondo; pero perdió su primer combate en Lima ante el venezolano Yohandri Granado y también se fue sin medallas.

En la gimnasia todas las miradas estaban puestas en el brasileño Arthur Zanetti, doble medallista olímpico y campeón mundial en las anillas; sin embargo, el embajador no pudo cumplir los pronósticos y finalizó segundo en su especialidad preferida, al ser superado por el mexicano Fabián de Luna.

Clavado de 0 puntos, otra de las decepciones panamericanas

El canadiense Francois Imbeau-Dulac, de 30 años, es un experto en la modalidad de saltos sincronizados mixtos, en la que ha conquistado dos medallas en campeonatos mundiales.

En Lima, Imbeau-Dulac compitió en el trampolín de tres metros, aunque de seguro lamentó esa decisión, porque fue protagonista de un momento para el olvido, al recibir cero puntos en un intento de salto. El canadiense se desconcentró, perdió el equilibrio y terminó por dejarse caer a la fosa. Esto lo dejó fuera de la lucha por las medallas.

El dopaje quita una medalla de oro

Los organizadores de los Juegos Panamericanos reconocieron que realizaron más de 1200 pruebas antidoping y, hasta el momento, solo han encontrado dos casos positivos.

Lima 2019
El duo puertorriqueño de boliche fue excluido de la competición por positivo en doping.

El primero de ellos fue intrascendente: el pelotero dominicano Audrey Joel Pérez tenía en su organismo el anabólico Oxandrolina; pero esto no afectó la quinta posición de su equipo en el torneo de béisbol, ya que para la descalificación de una selección tiene que demostrarse la existencia de, al menos, tres infractores.

El otro caso de dopaje en los Juegos Panamericanos sí tuvo repercusión en la tabla de medallas. En la competencia de dobles en el boliche, la dupla puertorriqueña en la que estaba Francisco Pérez había conquistado la medalla de oro.

Un examen posterior detectó que Pérez había ingerido clortalidona, un diurético considerado como “agente enmascarante”, por lo que el dúo boricua perdió la presea dorada que pasó a manos de la pareja estadounidense de Jakob Butturf y Nicholas Pate.