¿Qué hechos pueden considerarse entre los más destacados en la historia del deporte panameño? Panamericanworld comparte cinco momentos  que siguen enorgulleciendo a ese gran país.

SELECCIÓN DE FÚTBOL CLASIFICA AL MUNDIAL RUSIA 2018

Panamá quedó en shock cuando la selección de fútbol de Estados Unidos marcó dos goles, en tiempo de descuento, y eliminó a los canaleros de la Copa Mundial que organizó Brasil, en 2014. En 2018, la historia fue diferente, ya que el equipo, dirigido por el colombiano Hernán Darío “Bolillo” Gómez, superó todos los pronósticos y, gracias a un agónico triunfo sobre Costa Rica, en el estadio “Rommel Fernández”, garantizó su primera participación en una Copa.

Panamá comenzó el proceso de clasificación en la cuarta fase de la Concacaf, como parte del grupo B, junto a Haití, Jamaica y Costa Rica. Parecía ser una ronda difícil; sin embargo, los panameños no tuvieron muchos problemas para avanzar, porque los equipos caribeños estuvieron por debajo de lo esperado. Con 10 puntos en seis partidos, Panamá terminó en la segunda plaza y avanzó a la hexagonal final. Esta vez la FIFA concedió a la región tres boletos directos y la posibilidad de que el cuarto lugar disputara el repechaje, frente a una selección de Oceanía.

Los panameños llegaron a la última fecha de la hexagonal en una posición muy complicada, sobre todo porque en la fecha precedente había caído goleados, 4-0, frente a Estados Unidos. Para lograr el boleto necesitaban superar a Costa Rica y que los estadounidenses cedieran ante Trinidad y Tobago.

La combinación de resultados lucía difícil, sin embargo, sucedió. En el estadio “Rommel Fernández”, los locales comenzaron debajo, pero igualaron por un controvertido gol de Gabriel Torres (el balón nunca entró realmente en la portería) y, luego, en los instantes finales, apareció Román Torres, con una anotación salvadora, en el minuto 88, que dio el boleto a Rusia. Fue tanta la euforia que el entonces presidente Juan Carlos Varela decretó festivo el día siguiente, para que el pueblo pudiera disfrutar del mayor éxito deportivo en la historia de Panamá.

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SALTO OLÍMPICO DE IRVING SALADINO

Solo dos panameños han obtenido medallas en Juegos Olímpicos. En la cita de 1948, Lloyd LaBeach logró dos preseas de bronce en los 100 y 200 metros planos del atletismo. Seis décadas después, Irving Saladino, un joven de 25 años en ese momento, nacido en Ciudad de Colón, hizo historia el 18 de agosto, al ganar el salto largo, en los Juegos de Beijing 2008, con un estirón hasta los 8,34 metros.

Saladino cometió foul en su primer intento, luego saltó 8,17 metros y, en su tercera oportunidad, mejoró hasta 8,21 metros. Con ese resultado se colocó delante en la competencia; sin embargo, el sudafricano Khotso Mokoena logró 8,24 metros y esto introdujo una dosis extra de presión en el panameño.

El susto no duró mucho tiempo, ya que en su cuarto intento alcanzó los 8,34 que fueron inalcanzables. Además del título olímpico, Saladino fue campeón mundial en Osaka 2007 y titular en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, ese mismo año.

EL QUINTO ANILLO DE SERIE MUNDIAL PARA EL MEJOR CERRADOR DE LA HISTORIA

Mariano Rivera es considerado el mejor cerrador de todos los tiempos en Grandes Ligas y ha sido una de las grandes estrellas del béisbol panameño.

Mariano Rivera es considerado el mejor cerrador de todos los tiempos en Grandes Ligas y ha sido una de las grandes estrellas del béisbol panameño.

El 4 de noviembre de 2009, los Yankees de Nueva York enfrentaron a los Filis de Filadelfia, en el sexto juego de la Serie Mundial. Los Mulos iban delante 3-2 y esperaban cerrar el título frente a sus fanáticos. El partido pareció irse de un solo lado, 7-1; sin embargo, los Filis cerraron el marcador 7-3 y, en el octavo inning, con un out, el manager Joe Girardi no quiso esperar más y trajo a lanzar al panameño Mariano Rivera, considerado justamente el mejor cerrador de todos los tiempos. “Mo” hizo su trabajo y detuvo a la ofensiva de Filadelfia, durante 1,1 entradas de actuación, para garantizar que los Yankees ganaran su título número 27.

Esta fue la última vez que Rivera lanzó en el Clásico de Otoño. El panameño ganó cinco anillos de campeón, siempre con los Yankees, en 1996, 1998, 1999, 2000 y 2009. En la Serie de 1999 fue reconocido como el Jugador Más Valioso, por su brillante trabajo ante los Bravos de Atlanta. En total, Rivera salvó 652 partidos, más que ningún otro lanzador en la historia de las Mayores y en postemporada fue imbateable: terminó con un promedio de carreras limpias de apenas  0,70 y salvó 42 partidos, 11 de ellos en Series Mundiales.

LA CORONA DE “MANO DE PIEDRA”

Roberto “Mano de Piedra” Durán es considerado el mejor peso ligero (135 libras) de la historia del boxeo y uno de los peleadores latinoamericanos más completos, de cualquier peso, en todos los tiempos.

En junio de 1972 se proclamó campeón mundial de los ligeros, al superar por KO técnico al escocés Ken Buchanan. Durante siete años, el panameño fue invencible y defendió exitosamente su corona en 12 peleas. En 1979 decidió ascender de categoría, hasta los pesos welter (147 libras) y, tras una serie de triunfos, obtuvo el derecho de retar al gran Sugar Ray Leonard.

El 20 de junio de 1980 se produjo la pelea más importante de Durán. La prensa la llamó “la bronca de Montreal” y más de 46 mil espectadores presentes en el Estadio Olímpico de la ciudad canadiense tuvieron la oportunidad de presenciar ese duelo, en el que se disputó el título mundial del peso welter, en versión del Consejo Mundial de Boxeo.

Los jueces, de manera unánime, vieron ganar a Durán, quien conectó los golpes más certeros a lo largo de los 15 rounds. Después, Leonard venció en la revancha, celebrada en Nueva Orleans, pero en la memoria del deporte panameño quedó guardado para siempre la inolvidable noche de Montreal, cuando “Mano de Piedra” tocó el cielo.

ROD CAREW, UN INMORTAL DEL BÉISBOL

Rod Carew está reconocido como uno de los mejores bateadores de todos los tiempos en las Mayores. Entre 1967 y 1985 jugó con los Mellizos de Minnesota y los entonces Angels de California. Ganó siete coronas de bateo en la Liga Americana (1969, 1972–1975, 1977, 1978) y en 1977 fue electo como Jugador Más Valioso de esa liga. Durante 15 temporadas consecutivas, Carew promedió por encima de los 300 y en cinco oportunidades superó los 350. En total conectó 3053 imparables y finalizó con un average de 328. El Estadio Nacional de Panamá lleva su nombre.

El 21 de julio de 1991, en su primer año de elegibilidad, Carew fue exaltado al Salón de la Fama, en Cooperstown, al recibir el 90.5% de los votos, y se convirtió de esta forma en el primer y único pelotero panameño (por ahora) en ser incluido en este recinto.


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