No son pocos los que le piden a Albert Pujols un año más en Grandes Ligas; pero el hombre que supo convertirse en un líder en los Cardenales de San Luis y para su comunidad, que se mantuvo alejado de los esteroides, que evitó escándalos fuera de los terrenos, también sabe que ha llegado el momento de retirarse. Tiene 42 años y un legado indiscutible. Dice adiós el mejor pelotero latino en la historia de las Mayores. Las comparaciones, lo sabemos, siempre son injustas, pero los números hablan por sí solos.

La carrera de Pujols en Grandes Ligas comenzó en 2001. Dos años antes, los Cardenales lo habían elegido en el draft amateur y aquella resultó una de las mejores decisiones en la historia de la franquicia. En su temporada inicial, el dominicano, de 21 años, dio muestras de un enorme talento. Disparó 37 jonrones e impulsó 130 carreras. Con esas cifras ganó sin objeciones el premio al Novato del Año. Comenzaba a construirse su leyenda.

En la siguiente década, Pujols se convirtió en el pelotero más completo en Grandes Ligas. Recibió tres premios al Jugador Más Valioso, logró dos anillos de Serie Mundial, en 2006 y en 2011, en aquel inolvidable Clásico frente a los Rangers de Texas, que terminó en siete juegos. Sacó 445 pelotas de los estadios. Era un dios en San Luis; pero, “llegó una oferta que no pudo rechazar”.

La salida de Pujols hacia los Angels de Los Ángeles fue la mejor decisión económica que pudo tomar en su vida el dominicano y la peor desde el punto de vista deportivo. Con aquel contrato, récord para el momento, garantizó que su cuenta bancaria creciera enormemente. Sin embargo, en la siguiente década, Pujols ni siquiera jugó un partido de playoff. Las lesiones golpearon, una y otra vez, la anatomía del jugador; pero nadie duda que el hecho de estar en una franquicia tan mediocre haya incidido en el notable descenso de sus resultados.

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Durante su estancia en San Luis intervino en nueve Juegos de las Estrellas. En los Angels apenas recibió una invitación. No ganó ni un solo premio individual. Su carrera iba en declive, aunque lo peor estaba por llegar. En mayo de 2021, de manera inesperada, los Angels “pusieron en asignación” a Pujols, en el último año de su contrato. Unos días más tarde, Pujols firmó con los vecinos de los Angels, los Dodgers. Con ese equipo intervino en 85 partidos y disparó 12 cuadrangulares. Su sueño era llegar a otra Serie Mundial; sin embargo, los Dodgers cayeron eliminados ante los Bravos de Atlanta.

Antes de que comenzara la temporada 2022, Pujols advirtió que esta sería su última. Los Cardenales le ofrecieron un contrato de veterano, por 2.5 millones de dólares. Probablemente, en un inicio, muchos vieran ese movimiento como un gesto hacia el icónico pelotero, para que se retirara con el uniforme de los Cardenales. De seguro nadie pudo prever que el dominicano se convertiría en un jugador importante en la alineación de los campeones de la División Central de la Liga Nacional.

Pujols comenzó la campaña con 669 jonrones. Alcanzar los 700 lucía complicado y tras los primeros cuatros meses del campeonato, pocos pensaron que eso sería posible. Sin embargo, el dominicano volvió a acallar a sus críticos con un impresionante repunte a partir de julio. El 24 de septiembre, en el Dodger Stadium, Pujols conectó dos jonrones y de esta forma se unió a Barry Bonds (762), Hank Aaron (755) y Babe Ruth (714) como únicos miembros del exclusivo club con más de 700 vuelacercas.

Ahí no terminaron las hazañas ofensivas de Pujols. Cerró la temporada con 68 carreras impulsadas, para totalizar 2218, en sus 22 años en las Mayores.  Con esta cifra se ubica en el segundo lugar de todos los tiempos en este importante departamento, por delante de Babe Ruth y solo superado por Hank Aaron (2297). ¿Qué hubiera pasado sin tantas lesiones o sin la temporada de 2020, recortada por la pandemia? Quizás tuviéramos a un legítimo rey de los jonrones. Uno que nunca utilizó sustancias prohibidas para aumentar la distancia de sus batazos.

EL MEJOR PELOTERO LATINO DE LA HISTORIA

Comparar dos o más peloteros que jugaron en diferentes períodos en Grandes Ligas es un error. Roberto Clemente es el pelotero latino más icónico de la historia. Con diferencia. Su impacto dentro y fuera del terreno es inigualable. Su figura será reverenciada por siempre. Pero las estadísticas de Albert Pujols lo convierten en el mejor bateador latino de todos los tiempos.

Aquí sus cifras, en 22 temporadas:

  • Ganó dos anillos de Serie Mundial (2006 y 2011)
  • Participó en 11 Juegos de las Estrellas
  • Logró 13 premios individuales (tres MVP, un Novato del Año, un título de bateo de la Liga Nacional)
  • Ganó seis Bates de Plata y dos Guantes de Oro como primera base
  • Anotó 1914 carreras (12mo lugar de todos los tiempos)
  • Conectó 3384 jits (10mo lugar)
  • Disparó 686 dobles (5to lugar) y 703 jonrones (4to lugar)
  • Impulsó 2218 carreras (2do lugar)

¿Qué queda para Pujols? En cinco años, cuando su nombre aparezca en las boletas para el Salón de la Fama, en Cooperstown, entrará con votación unánime al llamado Templo de los Inmortales del béisbol.